Esta casa señorial con casi cuatro siglos de historia fue construida en 1637 y su historia está ligada a la familia Quiroga.
Esta casa señorial con casi cuatro siglos de historia fue construida en 1637 y su historia está ligada a la familia Quiroga.
La casa estuvo inicialmente relacionada con el rey suevo Recaredo I, pero desde el siglo XVIII se vincula a la familia Quiroga y en concreto, dentro del largo linaje de este conocido apellido, a la rama familiar de San Miguel de Montefurado.
La casa fue arreglada por Diego II de Quiroga convirtiéndose así en su domicilio. Con José Quiroga, la vivienda alcanzó su apogeo.
El edificio es de planta rectangular, adornado con piedra roja típica de la zona y cuenta con dos patios interiores, una capilla y una bodega abovedada. La fachada principal, que da a la plaza de Otero Pedraio, es la de mayor interés arquitectónico.
Los jardines de Casa Grande son únicos y tienen una entrada de altos plátanos traídos de América. No faltan los laureles y tampoco la frondosa magnolia, árbol típico de las casas señoriales de la época.
Tras muchos siglos de historia de la casa, con diferentes dueños pero siempre ligados a la familia Quiroga, Elena de Quiroga y Valcarce y Marcelino Suárez fueron los últimos propietarios en vivir en la casa de forma habitual. Después de su salida de la propiedad, el edificio fue abandonado.
Destacar la figura de Elena de Quiroga e Abarca, escritora y novelista, y segunda mujer en ocupar un sillón en la Real Academia Española, que vivió aquí su infancia tras la muerte de su madre y hasta su adolescencia y que siempre promovió sus orígenes de Valdeorras.